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La sombra.

Prospero despertó repentinamente saliendo del agua jabonosa de su bañera, obviamente sobresaltado pues ese era uno de esos descuidos de los cuales la mayoría no la cuenta, con la respiración acelerada se levanto, se puso el paño y salió del baño sintiéndose turbado en lo mas profundo. Temblando fue a su cuarto, se sentó en la cama y se seco. ya mas tranquilo se vistió, pero al verse en el espejo que lo hizo palidecer.
Vio una sombra, como la silueta de una mujer muy alta, pero completamente negra, volteo un poco conteniendo las lagrimas y con el rabillo del ojo la vio. Estaba allí, detrás de el, y muy cerca. Rápidamente Prospero sale corriendo y cierra la puerta. Espera un tiempo prudente, trata de calmar su respiración y se pasa la cabeza por la cara. Entreabre la puerta para ver que la silueta se haya quedado donde estaba, pero la calma le dura poco pues al tocar la perilla desde atrás una mano fría se posa en su hombro.
Prospero corre como alma que lleva el diablo, la sombra lo persigue, el tira cosas para crearle obstáculos, pero la sombra no para, sigue a la misma distancia siempre, a poco mas de dos metros de el, Prospero iba a gemir, piensa rápido y resuelve ir al cuarto de su madre pensando, de manera casi infantil que su madre va a detener esto, a lo que sea que lo estaba persiguiendo, así que todavía mas rápido, corre y corre, y entra en el cuarto de su madre, pero ella estaba llorando.
El la vio confundido, preocupado, pero antes de que pudiese abrir la boca o tocarla con su dedo índice la sombra lo tomo del tobillo y se lo llevo.
¿recuerdan que dije que el suyo había sido uno de esos descuidos que la gente no suele sobrevivir?
Pues el no lo hizo.

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